!Este querido blog nuestro lleva en el abandono absoluto y total desde que estrenamos página! A ver si cogemos carrera, aunque sea de caracol con nuestras recetas, y empezamos a compartirla con el mundo. Absortos en traducciones que todavía están en manga corta, a estas alturas de un otoño que ni lo parece, cocinamos con prisa a las tantas de la noche, sin tiempo a penas para apuntar las recetas, como para sacarle fotos sin suficiente luz done los granos de garbanzos se confunden con los de una foto sacada a ISO 10,000. Y el estreno lo hago con un pan crudivegano que está de muerte.
Mientras tengo los ingredientes en remojo, y la cebolla en el huerto, iré apuntando esta receta que en casa utilizamos tanto para desayunar como para sustituir el famoso anglicismo snack que destronó la merienda de toda la vida.
Sorry, los gusanitos y galletas nunca dejarán de horrorizarme como una opción alimenticia para mis retoños, aunque de vez en cuando nos demos el gustito con unas galletas caseras preparadas con la mitad del azúcar que dictan sus recetas canónicas en papel o pantalla.
Pero como no estamos aquí para resolver mis dilemas mentales, sino ir al grano con una receta que ya tenemos probada en casa, y goza de la aprobación de nuestros críticos gastronómicos con un unánime ( ¡Má! … traducción al castellano: ¡Más!).
Ingredientesde nuestro pan crudivegano:
La linaza es la base de esta mezcla que hace que se aglutinen los ingredientes. En muchas recetas veganas se utiliza la linaza como aglutinante sustituto del huevo. El resto es lo que decide el sabor de nuestros crujientes cuadraditos. Si os falta algún ingrediente o lo queréis sustituir por otro, adelante.
- 2 vasos de linaza remojada durante una hora en dos vasos de agua.
- 1 vaso de semillas de girasol, remojar en un vaso de agua durante 1 hora, y drenar bien antes de incorporar a la receta
- 1 vaso de tomate deshidratado ( no demasiado compacto, ya que la receta original pide 1/2 vaso), remojado en 1/2 vaso de agua, que conservaremos con los ingredientes.
- 1/2 cebolla
- 2 cucharadas de sirope de agave ( se puede sustituir por sirope de arce, miel de caña para veganos, miel para vegetarianos o nada para los que pasan de darle el contrapunto de dulzor)
- 1 cucharita de pimentón. Dulce o picante o mitad mitad. Y lo hago con dulce y una pizca de picante para ir acostumbrando a los peques poco a poco.
- 1 cucharita de sal marina.
- 1 cucharita de pimienta , en la versión infantil se convierte en una pizca.
- Zumo de un limón.
Preparación de nuestro pan crudivegano:
Hemos dejado en remojo la linaza en un cuenco, los tomates deshydratados en otro, y las semillas de girasol en un tercer cuenco.
- Drenamos las semillas de girasol, les añadimos los tomates con su agua ( con lo bien que sabe está prohibido tirarla).
- Añadimos el resto de los ingredientes menos la linaza.
- trituramos en una batidora y picadora hasta que homogenice la mezcla
- Añadimos la linaza y pulsamos la batidora un par de veces o mezclamos a mano para incorporarla en la mezcla.
- Vertemos en las bandejas de deshidratadora, si son de malla cubrirlas previamente con las hojas anti adherentes.
- Marcar lineas en la masa para poder dividirla fácilmente cuando esté completamente deshidratada.
- Deshidratar a 40 grados durante 5 horas, o hasta que se despegue fácilmente de la lámina.
- Despegar de la hoja anti adherente y darle la vuelta en la bandeja de malla.
- Deshidratar otras 8 horas a 40 grados.
- Dividir en cuadraditos según los sucros marcados anteriormente y guardar en bote hermético. en un lugar fresco y oscuro. (no hace falta nevera)
Así aguantan una eternidad. Lo sé porque hace poco descubrí un bote olvidado de hace más de 7 meses y está comestible ( el sabor ya un poco rancio pero comestible). Así que lo ideal es consumirlo en un plazo de dos o tres semanas como mucho.
¿Cómo disfrutar de tu crujiente pan crudivegano?
Mis niños se lo zampan así solito. Junto a los plátanos y frutos secos, es uno de mis botes salvavidas para cualquier aventura con los peques lejos de casa. Y aunque tengo mi preferencia confesada de un pan casero recién hecho ( el truco está en la panifiacdora), de vez en cuando lo sustituyo por esta versión crudivegana con un hummus clásico, sus versiones modernas, o nuestro desayuno estampa clásica de la temporada de aguacate que consiste en algo untable ( tostada, o pan crudivegano), aguacate y aderezos variopintos, que iré compartiendo con vosotros en otras entradas)