El kumquat ecológico, mejor conocido como naranja enana, es una fruta del género Citrus, perteneciente a la familia de las Rutáceas. Pero en términos familiares el kumquat ecológico es una golosina que crece en un árbol. Fácil de comer con un sabor agridulce que recuerda a las chuches pero 100% sano.
Las kumquats son árboles o arbustos perennifolios, de crecimiento lento, que alcanzan los 5 m de altura. Están densamente ramificados. Las hojas son lanceoladas, alternas de entre 4 y 9 cm de largo.
El fruto es ovoide, de hasta 5 cm de largo, cubierto por una fina y aromática piel amarilla, anaranjada con glándulas oleicas claramente visibles, comestible. La pulpa está segmentada, y es ligeramente ácida, de color naranja. Las semillas son escasas, oblongas, blanquecinas, con el interior verde. Aparece a comienzos del otoño y madura hacia fines de éste o comienzos del invierno según la especie, coincidiendo en Tropicultura con la temporada de aguacate y chirimoya.
Por su tamaño y sabor, el kumquat ecológico es muy fácil de llevar y disfrutar, con un puñadito te puedes llevar 4 o 5 piezas que puedes disfrutar sin necesidad de cubriertos. Sí se come entero con la piel que aporta el dulzor a este cítrico peculiar.
Características del Kumquat ecológico:
- Su alto contenido en vitamina C lo convierte en un alimento útil, que nos puede ayudar a reforzar el sistema inmunológico.
- Entre sus cualidades también está las altas cantidades de minerales que nos ofrece, como el magnesio, potasio o el calcio.
- La fibra. ¿no lo parece verdad? Pues si, el cítrico en general y el Kumquat en particular poseen un alto contenido en fibra, que nos ayuda a tener nuestro organismo más depurado y libre de toxinas.
El ácido cítrico que aporta, nos ayuda a combatir los altos niveles de ácido úrico, tan perjudicial para algunas personas. - Y para los controlan sus dietas… ¡ el contenido de sus calorías es muy bajo!. Así que es ideal para aquellos que quieren controlar más su peso.
Como disfrutar del Kumquat ecologico
El kumquat puede comerse de diferentes maneras, aunque la más recomendable es cruda. No tienes porqué quitarle la piel, simplemente basta con comerlo como si de un gajo de naranja se tratara. Pero a causa de su sabor y su tamaño, resulta una fruta ideal para utilizar como ingrediente en ensaladas y dotarlas de una dosis extra de vitaminas necesarias para el organismo.